Los designios del V Reich en la campaña de Punka CAPÍTULO #1
Como la campaña de Punka de "El Fary vive" que se va realizar en Madrid va ser cortita, me lanzo a escribir las aventuras de mi banda #superguachiodiamutardos en capítulos:
CAPITULO 1:
DE CÓMO SE FORMA LA BANDA Y DEL PRIMER ENCUENTRO CON EL ENEMIGO
El Mariscal Water von Brauchitsch está cansado de seguir a Casco Rojo, líder indiscutible del V Reich, y decide formar su propia banda en un asentamiento que le haga prosperar rápidamente fuera de Festung Germania: la llanura que está cerca de la última vez que se vio al Fary vivo. Una llanura es un buen sitio para defenderse y para comerciar, así que comienza su asentamiento eligiendo un nombre. Serán La Waffle-SS de las AtchusFalaffel, comando que tuvo mucha importancia en el III Reich y que seguramente también la tuviese en el IV. Seguido por 3 soldat ávidos de fama (los señores Ottro Dietrich, Wilhelm Fuck y Rainhard Heybitch) y dos camaradas que no consiguieron sobreponerse al suero del hipersoldado (Fritz Todot y Erich Kloch). Juntos construyeron un campo de entrenamiento (los soldados necesitan estar en forma) y un centro táctico para su líder. Su agilidad superior y su inteligencia táctica, además de sus dotes de mando que escupe con precisión por el walkie-talkie que siempre lleva consigo, lo hacen un estratega bastante bien dotado.
En estas estaban cuando Water decidió que ir a buscar perlas de olvifante sería una buena manera de financiarse y de conseguir experiencia para sus muchachos (aunque dejando a Erich como perro guardián encerrado en el campo de entrenamiento). La sorpresa fue mayúscula cuando llegando al cementerio de olvifantes vieron que en el lado opuesto aparecían unos seres deformes: ¡mutardos!
Rápidamente Water repartió órdenes de actuación y comenzó el acercamiento al enemigo. Mientras Wilhelm por el flanco izquierdo y Rainhard por el derecho buscaban en los restos de los excrementos con bastante fortuna las preciadas perlas, Ottro salió corriendo hacia el cadáver de olvifante que se veía desde la posición de Wilhelm. Armado con su pistola mientras buscaba en el ano del monstruoso ser ya fallecido, los dos mutardos que tenía enfrente no se decidían a salir de su escondite y se dedicaron a rapiñar en los excrementos que tenían cerca de su posición. Por el otro flanco la cosa pintaba bastante peor. Un cabezón con a saber qué poder psíquico y un guardaespaldas monstruoso se acercaban al segundo cadáver. Erich dejó la cadena que sujetaba al único subhumano que se habían llevado un poco más suelta para hacer ver a los despojos del páramo que no sería fácil hacerse con más perlas.
El centro, donde estaba el tercer cadáver de olvifante, era un terreno chungo en el que nadie se atrevía a entrar, y menos teniendo en cuenta que al lado había sendas zonas contaminadas y La Waflle-SS no tenía dinero para comprar máscaras de gas.
La suerte estaba de parte de los humanos, puesto que encontraron bastantes perlas antes de dejar el cadáver y los excrementos sin ellas. Y encima nadie había tocado ninguna glándula anal de esas que te dejan fuera de combate durante algunas horas. Era el momento de intentar llegar al cadáver del centro. Después de dejar las perlas a su líder, Wilhelm y su filo medio trastablillaron varias veces antes de llegar al olvifante central, y visto que los mutardos tenían miedo del arma de fuego (y con razón), Ottro corrió a realizar la misma intimidación sobre el mutardo que se acercaba al centro. Rainhard y tiró de la cadena para que Fritz no se acercara a la temible bestia del pozo. El cabezón, tras la protección de su guardaespaldas, se dedicaba a meter su mano en la cavidad anal del fallecido animal para encontrar una segunda perla para los mutardos.
El único combate que se llevó a cabo fue el que tuvo lugar en el centro de la mesa. Los dos soldat abatieron al solitario mutardo que les hacía frente para después recuperar hasta 4 perlas del oscuro agujero en el que metieron su brazo. El mutante de la izquierda vio vía libre y se decidió a correr hasta el líder enemigo. Rainhard y Fritz recularon y dejaron a la bestia del pozo que defendiera a su jefecillo. Viendo que ya tenían bastantes perlas y que los mutardos empezaban a acercarse a él, Water ordenó a los lejanos soldat por el walkie que se escabullesen del cementerio y que se verían en la base. La otra soldat y el subhumano llegaron hasta Water (que les pasó las perlas que tenía, un líder no carga nada más que su arma y su inteligencia).
El cementerio de animales estaba vacío y los mutardos se retiraron a su ciénaga con la cola, las garras y los tentáculos entre las piernas
Ya en casa, Water respiró tranquilo, aunque algo le atenazaba. Sabía lo que era, pero la vergüenza no le deja reconocerlo. Había antepuesto el conseguir las dichosas perlas antes que exterminar a aquellos asquerosos mutantes. Se autoconvenció pensando que si conseguía más poder podría exterminar a esos mutardos y a muchos más. Todo por el bien del V Reich.
Y parecía que estaban en el camino. Ottro había conseguido mejorar su puntería con la pistola y Wilhelm parecía capaz de hacer más cosas en el mismo tiempo que los demás. Además Erich había defendido bien el fuerte y parecía que había estado sudando de lo lindo. Necesitaba que esos subhumanos fuesen verdaderas máquinas de matar para no exponer a sus soldados más que lo imprescindible. Con las 62 chapas recaudadas por la venta de las perlas, Water mejoró su centro táctico. Ahora tenía una radio para comunicarse por puente chatarra que le serviría para, pagando las tarifas habituales, sus soldados recibieran un curso acelerado de CCC (Cursos de Capacitación para Colegas) para mejorar aún más sus habilidades. Como no había muchas chapas, Water decidió de Ottro recibiera el primer curso, a ver si le servía de algo.